Absuelto un acusado de agredir sexualmente a su nieta y una amiga de 9 años jugando al «pilla cuca»
La Audiencia de Valladolid ha absuelto a un hombre de agresión sexual a su nieta y una amiga de nueve años que contaron haber sufrido tocamientos cuando «jugaban» con el acusado al «pilla cuca». Un fallo que no implica «afirmar en modo alguno no estén diciendo la verdad» pero que no considera probados unos hechos que se denunciaron coincidiendo con un conflicto familiar. «No puede descartarse el móvil de resentimiento y enemistad latente en el entorno de la menor».
La denuncia presentada en 2023 aludió a varios episodios en los que se señalaba al acusado por agresiones sexuales bajo «la excusa» de ese citado juego, unos hechos que la sentencia entiende que no han «quedado acreditados». En concreto, se hacía referencia a varias ocasiones entre los años 2019 y 2020, en los que su nieta habría narrado que cuando estaba a solas con él en el domicilio del acusado y bajo el citado contexto le tocaba los genitales y también la habría introducido sus dedos en la vagina. En otra ocasión, se aludía un día en el que la niña y otra amiga suya se encontraron con él en el parque y éste les habría propuestos llevarlas a un lugar apartado y jugar al «pilla cuca».
La Fiscalía había solicitado 24 años de cárcel. Sin embargo, las pruebas practicadas en el juicio oral «no han permitido llegar a un convencimiento pleno de los hechos», señala la Sala, que alude a la declaración de testigos y peritos. Entre ellos, los de las exploradoras que asistieron a la nieta y a las que explicó con un relato «probablemente creíble» que «al principio no entendía estos actos, que empezaron cuando tenía 5 o 6 años. Que se dio cuenta de que lo que significaban era algo malo cuando vio unos videos de tiktok«. Tras ello, contó la niña que »dejaron de llamarle abuelo para llamarle viejo verde, y que para ella su familia estaba muerto«. »Gracias a mí por eso estamos aquí«, fue, por su parte, la frase que la amiga de la pequeña les dijo a las peritos. Narró que la nieta del imputado le había hablado de esos »juegos« y »le daba miedo contarlo, pero ella podía porque no tenía nada que ver« y se refirió al citado día que se encontraron en el parque y »cuando las pillaba les daba un azote en el culo«. La hija del acusado estaba presente ese día y vio como las niñas se alejaban y las perdía de vista en compañía de su padre. Cuando volvieron las preguntó que había hecho, contestando éstas que jugar al »pilla cuca«.
El imputado, por su parte, lo negó todo y señaló que tiene «mala relación con la familia por problemas con su mujer por sus redes sociales, y poner a los hijos en su contra«. Un contexto que la sentencia apunta que pudo »sugestionar« a la menor »a la hora de interpretar sus recuerdos e influenciada por el resto de los miembros femeninos de su familia sobre su contenido abusivo«. »No parece que fuera ajena a este clima de resquemor hacia el abuelo« y »no denuncia los hechos de una manera espontánea, sino que se vio obligada por las circunstancias« al contarlo su amiga.
Así, la Audiencia de Valladolid aprecia «imprecisiones» y apunta que los tocamientos se produjeron «cuando la propia menor señala que era pequeña y no fue consciente de su carácter libidinoso hasta años después», en «la fecha en que producen los hechos que desencadenan la denuncia de la menor contra su abuelo que coincide en un momento de conflicto familiar fruto de los trámites de divorcio de su abuela» en la que la madre de la niña se «posiciona del lado de ella» y aunque «dice ser neutral no oculta la animadversión que desde su infancia siente hacia su padre».