El presidente de la CEOE prevé un impacto estructural en las empresas murcianas
Garamendi alerta en Murcia: "Habrá despidos por los aranceles de Trump"

La visita de Antonio Garamendi, presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), a Murcia dejó un mensaje claro y preocupante para el tejido empresarial de la región: los aranceles impuestos por Estados Unidos a la Unión Europea podrían desencadenar reestructuraciones y despidos en las empresas locales. Durante la clausura de la 47ª Asamblea General de la Confederación Regional de Organizaciones Empresariales de Murcia (Croem), Garamendi alertó sobre las consecuencias económicas de la política comercial del presidente estadounidense Donald Trump, quien recientemente anunció un incremento arancelario del 20% a productos europeos, con amenazas de hasta un 200% para sectores como el vino y las bebidas alcohólicas. Este panorama pone en jaque a una región exportadora como Murcia, que depende en gran medida de mercados internacionales.
El líder de la patronal nacional no escatimó en advertencias sobre el impacto estructural que estas medidas tendrán en las empresas españolas y murcianas. "Tendremos que ajustar, nos guste o no", afirmó Garamendi, subrayando que la contracción de los mercados internacionales derivada de los aranceles podría obligar a las compañías a tomar decisiones difíciles, como recortes de plantilla o Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE). Sin embargo, también instó a los empresarios a ser cautos con las ayudas públicas condicionadas, que a menudo prohíben despidos, ya que el problema podría prolongarse más allá de lo coyuntural y convertirse en un desafío estructural para la economía.
La Región de Murcia, conocida por su pujante sector agroalimentario y su posición como una de las principales provincias exportadoras de España, se encuentra en una situación vulnerable. En 2024, las exportaciones murcianas a Estados Unidos alcanzaron los 621 millones de euros, con el sector agroalimentario representando más del 56% de ese total. Productos como los ingredientes y aditivos alimentarios (125,5 millones de euros), las golosinas (78 millones) y las conservas (44 millones) podrían ser algunos de los más afectados por el encarecimiento de las tasas aduaneras. Además, el anuncio de Trump de un arancel del 200% a vinos y licores amenaza directamente a empresas emblemáticas como García Carrión y Zamora Company, que tienen una presencia significativa en el mercado norteamericano.
Garamendi destacó la necesidad de una respuesta coordinada desde la Unión Europea, abogando por la unidad para contrarrestar lo que calificó como una "ruptura global del multilateralismo y del atlantismo". Sin embargo, expresó su preocupación por la lentitud de los procesos decisivos en Bruselas, donde los acuerdos deben pasar por múltiples filtros antes de llegar a las regiones. "Hay otros que deciden en un día", señaló, en referencia a la rapidez con la que Estados Unidos implementa sus políticas proteccionistas. En este sentido, urgió a Europa a buscar mercados alternativos y a reducir la dependencia de materias primas externas para amortiguar el golpe.
Por su parte, el presidente de Croem, Miguel López Abad, compartió escenario con Garamendi y aprovechó para defender el papel de los empresarios como generadores de empleo y riqueza, reclamando "respeto" para su figura. López Abad también se refirió a otros temas de interés regional, como la necesidad de garantizar el trasvase Tajo-Segura y mejorar el sistema de financiación autonómica, que sitúa a Murcia como la comunidad peor financiada de España. En el mismo acto, el presidente regional, Fernando López Miras, clausuró la asamblea afirmando que "el verdadero escudo social son los empresarios", y destacó el crecimiento del PIB murciano en 2024 (3,5%), el más alto del país, como muestra del buen trabajo del sector privado.
La incertidumbre económica se suma a otros retos que enfrenta la Región de Murcia, como las tensiones geopolíticas y la debilidad de economías clave como Alemania, uno de sus principales socios comerciales en Europa. Aunque Garamendi y los líderes regionales coincidieron en la necesidad de adaptarse al nuevo contexto, el mensaje final fue inequívoco: las empresas murcianas deberán prepararse para tiempos difíciles si los aranceles persisten y no se logran soluciones efectivas a nivel europeo.