Trump anuncia negociaciones "inmediatas" tras hablar con los líderes de Rusia y Ucrania
Trump toma las riendas: Llama a Putin y Zelenski para negociar el fin de la guerra en Ucrania
Donald Trump, presidente de EE.UU., anunció este miércoles que habló con Vladimir Putin y Volodymyr Zelensky para iniciar "de inmediato" negociaciones que pongan fin a la guerra en Ucrania, un conflicto que ha causado miles de víctimas y devastación desde 2022.

En un movimiento inesperado que ha capturado la atención del mundo, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, anunció el miércoles 12 de febrero de 2025 que sostuvo conversaciones telefónicas con el presidente ruso, Vladimir Putin, y el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, con el objetivo de iniciar "de inmediato" negociaciones para poner fin a la guerra en Ucrania, un conflicto que se aproxima a su tercer año y que ha dejado cientos de miles de víctimas, entre soldados y civiles, además de una devastación económica y humanitaria sin precedentes en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.
Según un comunicado publicado por Trump en su plataforma Truth Social, la conversación con Putin, que duró aproximadamente 90 minutos, fue descrita como "larga y altamente productiva". Ambos líderes acordaron que "es hora de detener las millones de muertes que están ocurriendo en la guerra entre Rusia y Ucrania". Trump, quien asumió su segundo mandato en enero de 2025, afirmó que tanto él como Putin coincidieron en la necesidad de "trabajar juntos, muy de cerca, incluyendo visitas mutuas a nuestras naciones". Además, Trump destacó que Putin incluso utilizó su lema de campaña, "sentido común", lo que interpretó como una señal de buena voluntad por parte del líder ruso.
El Kremlin, por su parte, emitió un comunicado más mesurado. El portavoz Dmitry Peskov confirmó la duración de la llamada y señaló que Putin expresó su apoyo a la idea de Trump de "detener las hostilidades lo antes posible y resolver el problema por medios pacíficos". Peskov también reveló que Putin invitó a Trump a Moscú y expresó su disposición a recibir a funcionarios estadounidenses en Rusia para discutir temas de interés mutuo, incluido el conflicto en Ucrania. Sin embargo, Putin enfatizó la importancia de abordar las "causas raíz del conflicto", un punto que podría complicar las negociaciones, dado que Rusia ha insistido en demandas maximalistas, como la anexión de territorios ucranianos y la exclusión de Ucrania de la OTAN.
Tras su conversación con Putin, Trump habló con el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, quien confirmó la llamada en un mensaje en Telegram. Zelensky describió la conversación como "larga y significativa", destacando que discutieron "las posibilidades de lograr la paz" y la disposición de Ucrania a trabajar junto con Estados Unidos para detener la agresión rusa. "Ucrania quiere la paz más que nadie. Estamos definiendo nuestros pasos conjuntos con América para garantizar una paz duradera y confiable", afirmó Zelensky.
El líder ucraniano también expresó gratitud por el interés de Trump en profundizar la cooperación entre ambos países, incluyendo la preparación de un nuevo acuerdo sobre seguridad, cooperación económica y asociación en recursos. Sin embargo, Zelensky ha insistido en que cualquier negociación debe respetar la integridad territorial de Ucrania y que "no puede haber conversaciones sobre Ucrania sin Ucrania". Este punto es crucial, ya que la llamada Trump-Putin se llevó a cabo sin la participación directa de Ucrania, lo que generó preocupaciones en Kiev sobre la posibilidad de que su destino sea decidido por Washington y Moscú.
La guerra en Ucrania, que comenzó con la invasión a gran escala de Rusia en febrero de 2022, ha transformado el panorama geopolítico global. Rusia ha anexado ilegalmente cuatro regiones ucranianas (Donetsk, Lugansk, Zaporiyia y Jersón) y controla Crimea desde 2014, mientras que Ucrania ha resistido ferozmente, recuperando algunos territorios con el apoyo militar y financiero de Occidente. Sin embargo, el costo humano ha sido devastador: Zelensky informó en diciembre de 2024 que 43,000 soldados ucranianos han muerto y 370,000 han resultado heridos desde el inicio de la invasión. Las estimaciones de bajas rusas son aún más altas, con reportes que sugieren hasta 600,000 soldados heridos o muertos.
El conflicto también ha tensionado las relaciones entre Rusia y Occidente, con sanciones económicas masivas impuestas a Moscú y un aumento en los precios de la energía y los alimentos a nivel global. En este contexto, Trump ha prometido desde su campaña electoral resolver la guerra "en 24 horas", aunque hasta ahora no ha detallado un plan concreto. Su enfoque, sin embargo, parece centrarse en negociaciones bilaterales entre Estados Unidos y Rusia, con Ucrania como un actor secundario, lo que ha generado críticas tanto en Ucrania como entre algunos aliados de la OTAN.
La iniciativa de Trump ha generado reacciones mixtas. En Ucrania, algunos analistas ven la intervención de Trump como una oportunidad para avanzar hacia la paz, pero otros temen que pueda presionar a Kiev para que acepte concesiones inaceptables, como la cesión de territorios ocupados por Rusia. El secretario de Defensa de Trump, Pete Hegseth, ya ha declarado que "volver a las fronteras de Ucrania previas a 2014 es un objetivo poco realista" y que la membresía de Ucrania en la OTAN "no es un resultado realista de un acuerdo negociado". Estas declaraciones han sido interpretadas como un retroceso en el apoyo de Estados Unidos a las aspiraciones de Ucrania, lo que podría debilitar la posición de Kiev en las negociaciones.
En Rusia, figuras cercanas al Kremlin han reiterado demandas maximalistas. Konstantin Malofeev, un influyente empresario y voz conservadora, afirmó recientemente que "la victoria debe eliminar al estado ucraniano como tal", una posición que contrasta con las esperanzas de Trump de un acuerdo rápido. Por su parte, Putin ha minimizado las amenazas económicas de Trump, como su propuesta de presionar a la OPEP para reducir los precios del petróleo y afectar los ingresos rusos, señalando que precios "excesivamente bajos" también perjudicarían a Estados Unidos.
En el ámbito internacional, la OTAN y la Unión Europea observan con cautela. Alemania y el Reino Unido, que han liderado el apoyo militar a Ucrania, podrían enfrentarse a tensiones con la administración Trump si esta adopta una postura más conciliatoria hacia Rusia. Además, la reciente toma de poder por parte de rebeldes en Siria, un aliado tradicional de Rusia, ha debilitado la posición de Moscú en el Medio Oriente, lo que podría influir en su disposición a negociar en Ucrania.
Trump anunció que las negociaciones comenzarán con una reunión el viernes 14 de febrero en Múnich, durante la Conferencia de Seguridad, donde el vicepresidente JD Vance y el secretario de Estado Marco Rubio liderarán la delegación estadounidense. Zelensky también estará presente y expresó su esperanza de que los resultados sean "positivos". Sin embargo, las expectativas son moderadas, dado que Rusia ha rechazado propuestas recientes de Ucrania, como un intercambio de territorios ocupados, y ha intensificado sus ataques con drones y misiles en Kiev.
El equipo negociador de Trump incluye figuras clave como el director de la CIA, John Ratcliffe, el asesor de seguridad nacional Michael Waltz y el enviado especial Steve Witkoff, quienes han sido encargados de liderar las conversaciones. Trump también ha mencionado la posibilidad de un acuerdo económico con Ucrania, que incluiría acceso estadounidense a los valiosos recursos de tierras raras y gas del país a cambio de garantías de seguridad, una propuesta que Zelensky ha descrito como una "asociación estratégica" pero que ha generado críticas por su enfoque transaccional.
A pesar del optimismo de Trump, los desafíos para lograr un acuerdo son enormes. Rusia insiste en que Ucrania retire sus fuerzas de los territorios anexados y renuncie a sus aspiraciones de unirse a la OTAN, mientras que Ucrania exige la restauración de su integridad territorial y garantías de seguridad a largo plazo. Además, la falta de claridad sobre el papel de otros actores, como China y la Unión Europea, podría complicar las negociaciones.
En última instancia, el éxito de esta iniciativa dependerá de la capacidad de Trump para equilibrar las demandas de Rusia y Ucrania, mientras mantiene el apoyo de sus aliados y evita un acuerdo que sea percibido como una capitulación. Por ahora, el mundo observa con atención, consciente de que el resultado de estas negociaciones podría redefinir el orden global en los años venideros.
Fuentes: NPR, Kyiv Post, NBC News, Kyiv Independent, Newsweek, Politico, BBC News, The Guardian, CNN, NDTV, Euronews, New York Post, Politico.eu, y publicaciones en redes sociales como Truth Social y Telegram.