Un acuerdo económico que podría cambiar el rumbo de la guerra en Ucrania
Zelenski se rinde a Trump: acuerdo de tierras raras llevará al ucraniano a Washington

En un giro inesperado que redefine las relaciones entre Ucrania y Estados Unidos, el presidente ucraniano, Volodymyr Zelenski, ha aceptado un controvertido acuerdo sobre tierras raras propuesto por el presidente estadounidense, Donald Trump. Según fuentes cercanas a las negociaciones, Zelenski viajará a Washington en los próximos días para firmar el pacto, que otorga a empresas estadounidenses acceso preferencial a los vastos depósitos de minerales críticos de Ucrania, valorados en cientos de miles de millones de dólares. Este movimiento, que combina geopolítica y economía, llega tras semanas de tensiones públicas y negociaciones a puerta cerrada, marcando un nuevo capítulo en el apoyo de Washington a Kyiv frente a la invasión rusa.
Un acuerdo bajo presión
El pacto, que ha sido objeto de intensas discusiones desde que Trump lo planteó a principios de febrero, vincula el acceso a los recursos minerales de Ucrania –como litio, titanio, uranio y tierras raras– a la continuidad del apoyo militar y financiero estadounidense. Trump, quien ha criticado repetidamente el costo de la ayuda a Ucrania –estimada en más de 175.000 millones de dólares desde 2022–, insistió en que Kyiv debía "asegurar" esta inversión con sus recursos naturales. "Queremos el equivalente a 500.000 millones en tierras raras", afirmó Trump en una entrevista reciente con Fox News, dejando claro que veía el acuerdo como una forma de "recuperar" el dinero de los contribuyentes estadounidenses.
Zelenski, que inicialmente rechazó dos borradores del acuerdo por considerarlos desventajosos y carentes de garantías de seguridad, parece haber cedido ante la presión de la administración Trump. El primer borrador, presentado por el secretario del Tesoro, Scott Bessent, en Kyiv la semana pasada, exigía que el 50% de las ganancias de los minerales fueran para Estados Unidos, bajo jurisdicción de tribunales neoyorquinos y sin compromisos claros de protección militar a largo plazo. El segundo, aún más severo, incluía ingresos de puertos e infraestructura ucraniana en un fondo especial hasta alcanzar la suma demandada por Trump. Sin embargo, tras una semana de críticas públicas del presidente estadounidense –quien llegó a calificar a Zelenski de "dictador" y a sugerir que Ucrania podría "ser rusa algún día"–, Kyiv ha optado por aceptar una versión "mejorada" del acuerdo, según informóAxios.
Tierras raras: el oro del siglo XXI
Las tierras raras, un grupo de 17 elementos esenciales para tecnologías avanzadas como baterías de vehículos eléctricos, turbinas eólicas y equipos militares, son un activo estratégico en un mundo que busca reducir su dependencia de China, que controla el 60% de la producción global. Ucrania, con algunas de las mayores reservas de Europa –incluyendo titanio y uranio–, se posiciona como un jugador clave. Sin embargo, alrededor del 20% de estos depósitos están en territorios ocupados por Rusia, lo que añade complejidad al acuerdo. Zelenski destacó esta vulnerabilidad en una entrevista con Reuters el 7 de febrero: "Si Rusia se queda con ellos, irán a manos de Irán o Corea del Norte. Necesitamos protegerlos con nuestros socios".
El acuerdo final, aún no detallado públicamente, parece haber eliminado la cifra fija de 500.000 millones de dólares y ofrece un enfoque más equilibrado, descrito por un alto funcionario ucraniano como "una inversión mutua". Aunque no está claro si incluye garantías de seguridad explícitas, el asesor de Seguridad Nacional de Trump, Mike Waltz, afirmó en el Conservative Political Action Conference (CPAC) el 22 de febrero que Zelenski "firmará en el corto plazo", sugiriendo que el pacto también podría estar vinculado a negociaciones de paz con Rusia.
Geopolítica y críticas europeas
El anuncio ha generado reacciones mixtas. En Ucrania, algunos sectores ven la decisión como una capitulación ante un Trump que ha adoptado una postura dura, excluyendo a Kyiv de conversaciones recientes entre Estados Unidos y Rusia en Arabia Saudí. "Es un trato colonial", denunció un legislador ucraniano anónimo a Politico, reflejando el malestar de quienes temen que el país pierda soberanía sobre sus recursos. Sin embargo, otros lo consideran un mal necesario para asegurar el respaldo estadounidense en un momento crítico de la guerra.
En Europa, las críticas han sido más contundentes. El canciller alemán, Olaf Scholz, calificó la propuesta inicial de Trump como "egoísta", argumentando que Ucrania necesitará esos recursos para reconstruir su economía tras el conflicto. Francia y otros aliados de la UE han expresado preocupación por un posible debilitamiento del frente unido contra Rusia, especialmente si Trump prioriza intereses económicos sobre la seguridad europea. No obstante, el presidente francés, Emmanuel Macron, planea visitar Washington el próximo lunes para discutir el tema con Trump, según informó The Guardian.
El viaje a Washington: un punto de inflexión
El viaje de Zelenski a Washington, que Trump adelantó en un comentario a la prensa el 24 de febrero, será un momento decisivo. "Vendrá a firmar un acuerdo, parte de un pacto mayor para la paz", dijo Trump, sugiriendo que el trato podría integrarse en una estrategia más amplia para poner fin a la guerra, un objetivo que ha prometido cumplir en seis meses. Fuentes del entorno de Zelenski indican que Kyiv buscará incluir cláusulas que garanticen no solo inversión estadounidense, sino también un compromiso renovado de apoyo militar frente a Moscú.
Mientras tanto, las negociaciones entre el enviado especial de Trump, Keith Kellogg, y funcionarios ucranianos en Kyiv esta semana habrían allanado el camino para este desenlace. Zelenski, en su discurso nocturno del viernes, adoptó un tono conciliador: "Estamos trabajando en un acuerdo que añada valor a nuestras relaciones con Estados Unidos. Espero un resultado justo". Sin embargo, el Kremlin ya ha reaccionado, con su portavoz Dmitry Peskov calificando el pacto como una "transacción comercial" que podría prolongar el conflicto en lugar de resolverlo.
Un futuro incierto
El acuerdo sobre tierras raras no solo redefine la relación entre Ucrania y Estados Unidos, sino que también plantea preguntas sobre el equilibrio de poder global. Para Trump, es una victoria en su enfoque transaccional de la política exterior; para Zelenski, un riesgo calculado en tiempos de guerra. Mientras el líder ucraniano prepara su maleta para Washington, el mundo observa si este pacto será un puente hacia la paz o un nuevo punto de fricción en un conflicto que ya lleva tres años. Lo que está claro es que las tierras raras de Ucrania, otrora un recurso olvidado, se han convertido en una moneda de cambio en el tablero geopolítico del siglo XXI.