Origen, receta y curiosidades
Paparajotes: Origen, receta y curiosidades del postre más murciano

El origen de los paparajotes se remonta a la influencia de culturas milenarias en la península ibérica. Se cuenta que fueron introducidos en Murcia por los judíos sefardíes, quienes, con sus conocimientos en la elaboración de "postres de sartén", adoptaron ingredientes accesibles y frescos de la huerta. Estos dulces, elaborados en las casas labriegas, pasaron a formar parte del día a día de los huertanos, siendo consumidos tras cada comida y acompañados de un buen café de puchero o de olla.
A lo largo de los siglos, la receta se fue perfeccionando y adaptándose, consolidándose como uno de los símbolos gastronómicos durante festividades tan importantes como el Bando de la Huerta y la Feria de Septiembre. Aunque el origen exacto del nombre "paparajote" sigue siendo motivo de debate entre historiadores y cocineros, lo cierto es que este postre refleja el espíritu de una tierra donde la sencillez y la tradición se unen para crear sabores inconfundibles.
Receta tradicional detallada
El secreto del éxito de los paparajotes reside en su receta, que a pesar de ser sencilla, requiere de atención y cariño en cada paso. A continuación, se detalla un proceso paso a paso para elaborar este postre en casa:
Ingredientes
Para preparar una ración para 4 personas se recomiendan:
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Para la masa:
- 600 g de harina de trigo
- 1 vaso de agua (200 ml)
- 1 vaso de leche (200 ml)
- 3 huevos
- Ralladura de 1 limón (se prefiere limon verde para intensificar el aroma)
- 50 g de azúcar (más adicional para espolvorear al final)
- Canela en polvo al gusto
- Una pizca de sal
- (Opcional) Un sobre de levadura en polvo o levadura natural para conseguir una masa más esponjosa
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Otros ingredientes:
- Hojas de limonero frescas (es fundamental que no sean ni demasiado tiernas ni excesivamente duras)
- Aceite de oliva virgen extra (preferiblemente de buena calidad para freír)
Elaboración paso a paso
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Preparación de la masa:
En un recipiente amplio, bate los huevos junto con la leche y el agua. Incorpora la ralladura de limón, el azúcar y la pizca de sal. Luego, añade la harina poco a poco mientras mezclas de forma constante para evitar la formación de grumos. Si decides utilizar levadura, intégrala en esta fase para que la masa adquiera una textura más ligera y se adhiera de manera óptima a las hojas. El objetivo es obtener una masa con la consistencia adecuada, ni muy líquida ni demasiado espesa, que permita recubrir cada hoja de manera uniforme. -
Rebozar las hojas:
Lava bien las hojas de limonero y sécalas cuidadosamente, ya que la humedad puede afectar la adherencia de la masa. Sostén cada hoja por el tallo y sumérgela en la mezcla, asegurándote de que quede completamente impregnada por ambos lados. Este proceso es crucial para que, al freír, la masa se dore de forma homogénea y adquiera ese inconfundible toque cítrico. -
Freír:
Calienta abundante aceite de oliva en una sartén a aproximadamente 180 °C. Con cuidado, introduce cada hoja rebozada en el aceite caliente. Fríe los paparajotes hasta que la masa alcance un tono dorado y crujiente por fuera, lo que suele tardar solo unos minutos por cada lado. Es fundamental girarlas con delicadeza para evitar que se desprenda la masa y para conseguir una cocción pareja. -
Toque final:
Una vez fritos, retira los paparajotes y colócalos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite. Mientras aún están calientes, espolvoréalos generosamente con una mezcla de azúcar y canela. Este paso no solo añade dulzor, sino que potencia el aroma a limón y canela, características que hacen de este postre una delicia inolvidable
La tradición de los paparajotes no se limita a su elaboración; también está llena de curiosidades y costumbres que la hacen única:
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La "trampa" del paparajote:
Una de las anécdotas más conocidas es que, a pesar de que el postre se disfruta por su sabor, la hoja de limonero no está destinada a ser consumida. Los murcianos, con cierto humor, suelen burlar a los foráneos que desconocen este secreto, ya que quienes se llevan la hoja junto a la masa acaban escupiéndola tras el primer bocado. Este truco se ha convertido en parte del folklore local y en una divertida manera de introducir a los visitantes en la cultura murciana -
Variantes regionales:
Aunque la versión dulce es la más popular, existen variantes en algunas zonas de Murcia, como los "paparajotes totaneros". A diferencia del tradicional, esta versión se prepara con ingredientes salados –mezcla de garbanzos, bacalao, ajo y perejil– y se consume durante la Semana Santa, integrándose en guisos de garbanzos con patatas. Esta diversidad demuestra la versatilidad del concepto, adaptándose a los gustos y tradiciones locales -
Símbolo festivo:
Durante las festividades de primavera, especialmente en eventos como el Bando de la Huerta, los paparajotes son un imprescindible en las barracas que se instalan por toda la ciudad. Estos puestos no solo ofrecen el postre, sino que también son un punto de encuentro para locales y visitantes, celebrando la cultura y la identidad murciana a través de su gastronomía. -
Innovación sin perder la esencia:
Aunque la receta tradicional sigue siendo la favorita, algunos chefs y cocineros experimentan con nuevas versiones. Se han visto propuestas que incorporan toques modernos, como presentaciones gourmet o la inclusión de ingredientes alternativos (por ejemplo, sustituyendo la leche por opciones vegetales para adaptar la receta a dietas veganas). Sin embargo, para muchos, la magia del paparajote reside en la fidelidad a la receta original, que evoca memorias de infancia y la autenticidad de la huerta..
Los paparajotes son mucho más que un simple postre; son un reflejo del alma de Murcia, una tradición que une historia, cultura y gastronomía en cada bocado. Su elaboración, que mezcla técnicas sencillas con un profundo conocimiento de ingredientes locales, demuestra cómo lo humilde puede transformarse en una auténtica joya culinaria. Ya sea degustándolos en una feria popular o preparándolos en casa con la receta tradicional, cada paparajote invita a disfrutar de un pedacito de la identidad murciana.