La Policía Nacional ha desarticulado dos importantes puntos de cultivo ilícito de marihuana en esta localidad murciana, en una operación que culminó con la detención de tres hombres presuntamente implicados en actividades de narcotráfico. El operativo, llevado a cabo en las últimas horas, pone de manifiesto la creciente sofisticación de estas redes delictivas y el esfuerzo policial por combatir el tráfico de drogas en la Región de Murcia.

Según fuentes cercanas a la investigación, las plantaciones fueron descubiertas en dos ubicaciones distintas: una en una nave industrial del polígono La Serreta y otra en una vivienda situada en una urbanización residencial de la localidad. La operación comenzó tras varias semanas de pesquisas iniciadas por denuncias vecinales y el análisis de consumos eléctricos anómalos, un indicio habitual de este tipo de cultivos indoor. Los agentes hallaron en ambos lugares instalaciones equipadas con sistemas de iluminación, ventilación y riego automatizados, diseñados para maximizar la producción de marihuana en espacios cerrados.

En la nave industrial, camuflada tras una fachada discreta, los efectivos encontraron centenares de plantas en distintas fases de crecimiento, junto a material técnico valorado en miles de euros. Por su parte, la vivienda en la urbanización albergaba una plantación más compacta pero igualmente profesional, oculta tras una pared falsa que dificultaba su detección. Además de las plantas, la policía incautó herramientas, fertilizantes y una cantidad aún no precisada de droga ya procesada, lista para su distribución en el mercado negro.

Los tres detenidos, todos varones mayores de edad, enfrentan cargos por delitos contra la salud pública y, presumiblemente, por defraudación de fluido eléctrico, ya que ambas plantaciones estaban conectadas ilegalmente a la red pública para alimentar su elevado consumo energético. Aunque las identidades no han sido reveladas, se sabe que al menos uno de ellos tiene antecedentes por actividades similares, lo que apunta a la posible existencia de una red organizada tras estas operaciones.

El comisario jefe de la Policía Nacional en Murcia, Javier Morales, destacó la trascendencia del operativo: "Estas intervenciones no solo desmantelan puntos de producción, sino que cortan líneas de suministro que afectan a toda la región y más allá. Seguiremos trabajando para garantizar la seguridad ciudadana". La actuación se enmarca en un plan más amplio contra el cultivo ilícito, que en los últimos años ha detectado un repunte de estas actividades en áreas urbanas y periurbanas de Murcia.

El impacto económico de estas plantaciones es notable. Expertos estiman que una instalación de este tipo puede generar beneficios de decenas de miles de euros mensuales, dependiendo de la escala y la calidad del producto. Sin embargo, también suponen un riesgo para la comunidad, tanto por el peligro de incendios derivados de las conexiones ilegales como por la atracción de actividades delictivas asociadas al tráfico de drogas.

La operación ha sido bien recibida por los vecinos, quienes llevaban tiempo alertando de movimientos sospechosos en ambas ubicaciones. "Era evidente que algo raro pasaba; había mucho trasiego a horas extrañas", comentó un residente de la urbanización afectada, que prefirió mantenerse en el anonimato. Ahora, las autoridades investigan si los detenidos forman parte de una estructura mayor y si existen conexiones con otros puntos de cultivo en la región.

Este golpe al narcotráfico en Molina de Segura refuerza la percepción de que la Región de Murcia se ha convertido en un foco atractivo para este tipo de actividades, debido a su clima, su proximidad a grandes mercados y la disponibilidad de espacios industriales. Mientras los detenidos pasan a disposición judicial, la Policía Nacional asegura que las pesquisas continúan para desmantelar cualquier ramificación de esta red.