La ciudad de Murcia respira aliviada tras la finalización de las obras de emergencia en la Gran Vía, una de sus principales arterias de circulación. El pasado domingo 2 de marzo, una fuga de agua en la intersección con las calles Barítono Marcos Redondo y Fernández Adarvín puso en jaque el suministro de agua y la movilidad urbana, forzando el cierre total al tráfico privado desde el lunes 3. La avería, detectada en una tubería de gran calibre, desencadenó un operativo inmediato por parte de la Empresa Municipal de Aguas y Saneamiento (Emuasa), que trabajó contrarreloj para solventar el problema y minimizar el impacto en la vida cotidiana de los murcianos.

El cierre de la Gran Vía generó un efecto dominó en la circulación de la ciudad. Calles como Ronda Norte, Primo de Rivera y Jerónimo de Roda absorbieron un incremento notable de vehículos, especialmente en las horas punta, aunque las autoridades municipales destacaron la capacidad de la red viaria para soportar la incidencia. "La ciudad ha respondido bien gracias a la apertura previa de Teniente Flomesta y a la paciencia de los conductores", señalaron fuentes de la Concejalía de Movilidad. No obstante, los atascos y las molestias fueron inevitables, especialmente para quienes dependen de esta vía para cruzar el centro de Murcia de norte a sur.

Durante la semana, los técnicos de Emuasa excavaron una gran zanja para localizar y reparar la conducción dañada, un trabajo que se vio complicado por las previsiones de lluvia y la necesidad de mantener operativo el carril bus para garantizar el transporte público. Autobuses y taxis pudieron circular en sentido norte gracias a un carril provisional habilitado desde el domingo, pero las cuatro líneas urbanas y nueve de pedanías afectadas tuvieron que ajustar sus rutas y paradas, causando cierta confusión entre los usuarios.

El Ayuntamiento de Murcia anunció este domingo 9 de marzo que las obras han concluido antes de lo previsto, permitiendo la reapertura integral de la Gran Vía a partir del lunes. "La intervención se ha desplegado con rapidez y eficiencia, garantizando la mejora estructural del sistema de abastecimiento y suministro de agua", destacó el consistorio en un comunicado. Con la reparación completada, se ha colocado una capa provisional de hormigón que será sustituida por un asfaltado definitivo en los próximos días, aunque esto no impedirá la circulación inmediata de vehículos.

La noticia ha sido recibida con satisfacción por comerciantes y vecinos de la zona, quienes habían expresado su preocupación por el impacto económico y las molestias derivadas del cierre. "Han sido días complicados, pero entendemos que era una emergencia. Ahora esperamos que todo vuelva a la normalidad", comentó María López, dependienta de una tienda cercana a la plaza de Santa Isabel.

El alcalde de Murcia, José Ballesta, también celebró la resolución del incidente a través de las redes sociales: "La Gran Vía abre mañana al tráfico de manera integral tras la finalización de las obras. El servicio de transporte público recupera la normalidad, restableciendo los recorridos y paradas habituales". Con este anuncio, se pone fin a una semana de sobresaltos en una de las arterias más emblemáticas de la capital murciana, que recupera su papel como eje vital de la movilidad urbana.