En una decisión que ha generado tanto apoyo como controversia, el Ayuntamiento de Lorca ha decidido tomar medidas drásticas contra la población de palomas en la ciudad, especialmente en el Casco Histórico. Con un contrato de 160.000 euros ya licitado, el municipio busca reducir significativamente la presencia de estas aves, que han sido consideradas una plaga urbana.

Carmen Menduiña, la concejala responsable del área, ha explicado que la decisión se fundamenta en la protección de la salud pública. "Las palomas no solo son transmisoras de múltiples enfermedades, sino que sus excrementos, al secarse, emiten partículas que pueden ser inhaladas, lo cual es perjudicial para la salud. Además, estos excrementos aumentan el riesgo de accidentes en las aceras al hacerlas resbaladizas", declaró Menduiña en una reciente rueda de prensa.

El plan de acción incluye varias estrategias para el control de palomas. Se contemplan acciones como el uso de trampas y aves rapaces, una metodología que ya se probó con éxito en la Plaza de Toros de Lorca en agosto pasado, donde se logró una reducción drástica de la población de palomas. Este método se pretende replicar en otras áreas de la ciudad, centrándose en el monitoreo, censado y estudio de la distribución de las poblaciones de palomas para una reducción sostenida.

La opinión pública se ha dividido ante este plan. Por un lado, muchos residentes y comerciantes del Casco Histórico aplauden la iniciativa, argumentando que la presencia de palomas ha deteriorado tanto la estética como la higiene de la zona. "Es un alivio saber que algo se está haciendo. Las palomas se habían vuelto un problema real", comenta Juan Pérez, dueño de una tienda local.

Sin embargo, grupos de protección animal y algunos ciudadanos han expresado su preocupación por el bienestar de las aves. "Entendemos que hay un problema, pero matar no debería ser la única solución. Hay métodos alternativos como la esterilización y la educación sobre no alimentarlas", señala María González, activista de un grupo local de defensa animal.

Desde el Ayuntamiento, se asegura que se están considerando todas las opciones y que la prioridad es encontrar un equilibrio entre control y bienestar animal. "Estamos abiertos a incorporar cualquier técnica que sea efectiva y humana para gestionar esta situación", añadió Menduiña.

Esta "guerra" contra las palomas en Lorca refleja un dilema común en muchas ciudades europeas, donde la coexistencia con la fauna urbana pone a prueba la capacidad de las administraciones para encontrar soluciones que sean tanto eficaces como éticas.