La Guardia Civil ha llevado a cabo esta mañana una operación antiyihadista en el corazón de Murcia, en el barrio del Infante Juan Manuel, que ha culminado con la detención de un individuo presuntamente vinculado a actividades relacionadas con el terrorismo yihadista. La intervención, ejecutada por el Grupo de Acción Rápida (GAR), ha generado un notable revuelo en la ciudad, pero también ha reforzado la percepción de seguridad entre los ciudadanos, que ven en estas acciones un compromiso firme contra la amenaza terrorista.

El operativo comenzó en las primeras horas del día, cuando agentes especializados, desplazados desde Madrid, irrumpieron en un edificio ubicado en la calle Alberto Sevilla. Según fuentes cercanas a la investigación, el detenido, cuya identidad no ha sido revelada, habría estado bajo vigilancia durante meses debido a indicios de su implicación en actividades de radicalización o propaganda yihadista. Aunque los detalles específicos permanecen bajo secreto de sumario, se sabe que el sospechoso ha sido trasladado para pasar a disposición de la Audiencia Nacional, el tribunal español encargado de delitos de terrorismo.

La operación, que sigue abierta, refleja el esfuerzo continuo de las fuerzas de seguridad por desarticular posibles células o individuos radicalizados en territorio español. Murcia, una ciudad generalmente tranquila, no es un foco habitual de este tipo de investigaciones, lo que ha sorprendido a los vecinos del barrio. “Estábamos desayunando cuando vimos a los agentes con chalecos y armas largas. Fue algo inesperado, pero nos tranquiliza saber que están atentos”, comentó María José, una residente de la zona.

El despliegue del GAR, una unidad de élite entrenada para misiones de alto riesgo, subraya la seriedad con la que las autoridades han abordado el caso. Este grupo, conocido por su rapidez y eficacia, suele intervenir en operaciones que requieren precisión para evitar riesgos mayores. La presencia de agentes especializados también sugiere que la investigación podría tener ramificaciones más allá de Murcia, aunque las autoridades no han confirmado conexiones con otras redes terroristas.

En el ámbito político, el delegado del Gobierno en la Región de Murcia ha destacado la “labor incansable” de la Guardia Civil para garantizar la seguridad ciudadana, mientras que el alcalde de la ciudad ha llamado a la calma, asegurando que no existe una amenaza inminente para la población. Sin embargo, el suceso ha reabierto el debate sobre la radicalización en comunidades locales y la necesidad de reforzar los mecanismos de prevención.

La investigación continúa su curso, y las autoridades han indicado que podrían producirse nuevos avances en las próximas horas o días. Mientras tanto, los murcianos tratan de retomar la normalidad tras un día marcado por la sorpresa y la incertidumbre, pero también por la confianza en las fuerzas de seguridad.