Camps deposita en Génova la decisión de encargar al Bigotes los trabajos del PP y niega que fuera de su equipo
El expresidente de la Generalitat Valenciana, Francisco Camps, ha atribuido a «la gran instancia», el comité de campaña del Partido Popular a nivel nacional, la responsabilidad de que los actos electorales en su comunidad los organizasen las empresas de la Gurtel porque, conforme ha explicado, todas esas decisiones se adoptaban en la calle Génova y él nunca se interesó por conocer cuál era la empresa adjudicataria, como tampoco reparó, de acuerdo a su testimonio, que la misma estaba recibiendo también contratos de la Administración que gobernaba. En esta línea, ha negado tajantemente haber introducido al delegado del grupo en Valencia, Álvaro Pérez -el Bigotes- en la región o haber dado instrucciones para que accediese a contratos públicos. Tenía con él, ha aseverado, una relación «meramente profesional» y nunca fue de su «equipo personal». Pérez, ha subrayado, era sólo «el que ponía las sillas» en los actos de partido. Es la síntesis de la primera jornada de interrogatorio a Camps en el juicio que se celebra contra él en la Audiencia Nacional por una batería de contratos menores adjudicados a las empresas de la trama Gürtel y, en particular, una serie de instalaciones en el stand de la región en Fitur 2005. Sobre este, ha sido taxativo: «¿ Cómo voy a saber yo quién hace el stand si no sé quién construye el hospital de Denia. Y si lo supiera, malo, porque significa que me estoy interesando por los adjudicatarios». Noticia Relacionada estandar No El ‘cerebro’ de la Gürtel, en el juicio: «Nos implantamos en Valencia por la buena relación con Camps» Isabel Vega El tribunal rechaza suspender el juicio, como pedía la defensa del expresidente valenciano, por las declaraciones de Villarejo en ABC acerca de la trama Con la sala de vistas convertida en una suerte de ring que le enfrentaba a la fiscal Concha Martínez Nicolás mientras el presidente del tribunal, José Antonio Mora Alarcón , tenía que interrumpir para arbitrar cada pocos minutos, el expresident ha defendido a golpe de fotografías y hasta un acta notarial que nada tiene que ver con los hechos por los que le piden dos años y medio de prisión. Y quien señala lo contrario, ha zanjado, miente. A lo largo del interrogatorio, ha reiterado que no conocía ni siquiera por el nombre a las empresas de Francisco Correa, como tampoco a él ni a su responsable de finanzas, Pablo Crespo, a quienes, conforme ha declarado, «no les había visto» en su vida, pese a que de ellos dependía directamente Álvaro Pérez, al que sí conocía de la organización de los actos de campaña. «Me sabe fatal tener que descubrir cosas íntimas pero es que ya me da exactamente igual» «Es extraño que los jefes de este señor eran Correa y Crespo y siendo yo el jefe del partido (popular en la Comunitat Valenciana) no se pusieran en contacto conmigo. ¿Cómo es posible que los jefes de Pérez que tanto interés tenían se supone por Valencia, nunca hablasen conmigo (…) no me dijeran de tomar un café?», ha destacado un par de veces. En ese desconocimiento se basa para negar cualquier trato de favor a una empresa cuyo nombre desconocía, como también para explicar que Álvaro Pérez siguiese montando eventos ya para la Generalitat Valenciana habiendo cortado el Partido Popular su relación con ese entramado tras un reportaje en prensa sobre el entramado de Orange Market. Tras recordar que en esa publicación «ni aparece Valencia ni Álvaro Pérez», ha asegurado que fue una «sorpresa» descubrir con el estallido de la Gurtel que existían esas empresas y él estaba vinculado a ellas porque, al fin y al cabo, todo lo relativo a la imagen de los actos del partido se decide y se contrata en la sede central. Y este señor seguía al cargo de los montajes. «Yo sabía que hacía actos del partido, no pregunté» «Yo sabía que hacía los actos del partido. A través de qué mecanismo, nunca pregunté (…) Es que eso no lo he preguntado en mi vida. Y este señor continuó trabajando y seguía montando los actos aplicando las nuevas identidades corporativas del partido. A mi partido le llegan a las sedes nacionales unos documentos muy gordos de identidad corporativa. Y este señor seguía poniéndonos aquello. Si nos ponía lo mismo y me encontraba el mismo tipo de escenario, atril, trasera, en la Comunidad Valenciana..», ha planteado. «Tenía mi teléfono desde que fui candidato en 2002 como millones de personas tienen mi teléfono» Sobre su relación personal con él, y a vueltas con los audios de la célebre conversación de Nochebuena en la que se dicen que se quieren y se tratan de amigos, Camps, como hiciese ya en el juicio de los trajes ha incidido en que era un momento en el que estaba «exultante» y además, una fecha señalada, de ahí que se despidiese de él en esos términos. «Decirle al tramoyista de los actos de del PP qué bien pones los actos, siendo Nochebuena, me pareció peyorativo», ha señalado, tras defender que en todo caso, de lo que hablaban era de «lealtad» al Partido Popular y a él como presidente, no de amistad. El interrogatorio se ha vuelto especialmente bronco cuando la fiscal incidía en esta relación, mostrándole fotos que obran en el sumario en las que se les ve juntos. El presidente del tribunal ha tenido que reconducir una y otra vez las preguntas, llamando la atención a Camps para que sus respuestas se ciñesen a lo que se le estaba solicitando. Noticia Relacionada Comunidad Valenciana estandar No Una ex alto cargo de la Generalitat niega que Camps le ordenara contratar con Gürtel: «Nunca tuve relación con él» Patricia Romero Otro de los acusados asegura en el juicio que su departamento sí pactó con la trama debido a la «proximidad» de ‘El Bigotes’ con el expresidente valenciano «Álvaro Pérez no estaba en ningún equipo mío. Era el que montaba los actos del partido» (…) «es que esto es muy importante: de mi equipo personal, no. Era del equipo de campaña del Partido Popular», ha subrayado, para dejar por el camino otras afirmaciones: «He traído fotos para que vean el equipo tan inmenso que me rodea y en el que no está Álvaro Pérez», «Tenía mi teléfono desde que fui candidato en 2002 como millones de personas tienen mi teléfono», «Fui a su boda porque me dijeron ‘es una reunión y solo vamos a estar la gente del partido’», «En la boda de Agag (con la hija del expresidente del Gobierno José María Aznar), éramos seiscientas o mil personas, yo fui invitado por el novio y en cosas de este tipo, uno se fija en los importantes, el resto de la gente yo no sé ni quiénes eran». Ha querido además profundizar en el resto de las conversaciones para insistir en que, a su juicio, no acreditan amistad sino todo lo contrario, como cuando declina el reloj que Pérez le ha dejado -«en conserjería, que no subió a casa y un amigo habría subido»- y le hizo ir a recogerlo a la farmacia de su mujer. «Es que nunca comí con él (…) ¿No se dan cuenta de que nunca me ha presentado a nadie?», ha planteado, tras repasar además los cambios de versión sobre una de las citas que El Bigotes asegura que tuvieron en unas pistas de padel que «no estaban construidas» en esa fecha. Por lo mismo, ha incidido en que cuando Pérez le dice que le debe mucho, él contesta en la grabación que nada en absoluto. «Obviamente, porque no le debo nada. Estoy libre y feliz, libérrimo, libre de esclavitud con ninguna persona en el mundo y sobre todo, con esta gente», ha zanjado. La dirección nacional «no dijo nada» de El Bigotes En una de esas imágenes mostrada por la fiscal se ve a Camps con El Bigotes hablando en un espacio de color azul y en la siguiente, figura además una mujer que lleva unos folios en la mano. El expresidente no ha escondido su enfado por el hecho de que la Fiscalía no supiese en qué fecha ni en qué contexto se habían tomado esas imágenes y ha explicado que era la grabación de un vídeo electoral para la campaña de mayo de 2007 que había encargado el PP nacional. La mujer, ha dicho, era su jefa de prensa y Pérez el que organizó el set en una nave industrial donde se hizo el rodaje. En otra, aparece Camps junto a Mariano Rajoy y Pérez sentado delante en el suelo. «El señor Rajoy y la dirección nacional del partido están en esa foto también. Y nadie me dijo nada de este señor. Es posible que no supieran que este señor trabajaba para esa gente que luego dijeron que habían echado y este señor está donde tiene que estar, en cuclillas para que funcione la megafonía. Está la dirección nacional. Y nadie me dijo nada y eso es muy extraño», ha apostillado. «Si dicen Blanch cuando se pronuncia Blanc, es que están mintiendo» Capítulo aparte, las preguntas relativas a los reconocimientos de hechos de otros acusados en este juicio, como la de Correa, que le atribuyó un despliegue de influencias para que las empresas de la trama contratasen a Ignacio Blanch, al que Camps conoció en su infancia porque sus padres eran amigos y con el que tras coincidir una vez años después, no mantenía relación. Según ha explicado, el hecho de que al hablar de él pronuncien su nombre tal y como se escribe, y no como realmente se pronuncia -‘blanc’- ya «es un dato fundamental para saber que están mintiendo». La visita a la farmacia sin que hubiera farmacia Y de mentiras ha ido también otra referencia. El Bigotes tiene declarado que fue a pedir que le diesen algún contrato del Open de Tenis y le dijeron que nada le podían dar, así que se enfadó y se fue directo a la farmacia de la mujer de Camps a tomar un café con ella, el 18 de febrero del año 2005. El expresidente ha desplegado un acta notarial, las escrituras de esa farmacia, para acreditar que su mujer la adquirió en abril de 2005. «El 18 de febrero mi mujer no tenía una farmacia en la Plaza del Ayuntamiento. Nunca pudo ir a esa farmacia. El Open de Tenis ese año se jugó antes que mi mujer comprase la farmacia. Y nadie puede estar en la farmacia si no es titular de la misma. Me sabe fatal tener que descubrir cosas plenamente íntimas pero ya me da exactamente igual. Yo creo que es un acta demoledora para quien dice que después de aquella reunión, se fue a tomar café con mi mujer a la farmacia», ha zanjado acta en mano. Las sesiones se reanudan este jueves, cuando contestará al interrogatorio de su abogado.