Felipe VI, en los Princesa de Asturias: «La historia nos alerta de las graves consecuencias de la polarización»
Felipe VI advirtió esta tarde, durante la 44ª entrega de los premios de la Fundación Princesa de Asturias, de que «en este mundo globalizado de grandes magnitudes y oportunidades, entre avances tecnológicos inimaginables, la deshumanización es un riesgo latente»: «En el centro de cualquier discurso, acción o decisión, ya sea en el ámbito económico, social, político o artístico, debe seguir estando -siempre y de manera ineludible- la persona». En estos tiempos, el Rey recordó que «la historia nos alerta de las graves consecuencias de apartase de ese camino». «Como nos alerta de los graves riesgos de la polarización, de la negación del otro por sus convicciones o creencias porque piensa, reza o vota distinto« . Don Felipe se refirió a «las imágenes atroces de muerte y desolación» que nos llegan a diario de Oriente Próximo, Ucrania, África y de otros lugares del mundo y que «nos obligan» a su denuncia para «hacer lo posible para que la paz y la seguridad vuelvan a ser compatibles»; pero también se refirió a ámbitos «más cercanos y cotidianos» para resaltar la importancia de la labor de las instituciones y de la sociedad civil. «Es obligación de las instituciones , pero también de los ciudadanos, luchar contra todo aquello que se separe , siquiera un ápice, de ese respeto integral que debemos a la persona , a cualquier persona, a la dignidad de cualquier ser humano «, afirmó el Rey. Y añadió: »También luchar contra todo lo que se separe de la voluntad y el compromiso de seguir construyendo sociedades capaces de convivir, dialogar y trabajar por el bien común«. En el Teatro Campoamor, ante 1.300 invitados, Don Felipe manifestó que « defender la dignidad de la persona significa también proteger y fomentar el régimen de derechos y libertades que la garantiza y que fundamenta nuestra Democracia«. Junto a él, la Princesa Leonor escuchaba a su padre con atención. A ella y la Infanta Sofía dedicó el Rey el inicio de su discurso, cuando recordó que hace 43 años, cuando él tenía 13 años, asistió a sus primeros premios Príncipe de Asturias, que en aquella edición reconocieron a José Hierro, María Zambrano, Román Perpiñá Grau, Jesús López Cobos, José López Portillo y Alberto Sols García. Don Felipe reconoció que desde entonces ha tenido «el grandísimo privilegio» de conocer a « hombres y mujeres admirables « con los que ha crecido »en todos los sentidos«, recibiendo cada año »la guía y ejemplo de sus vidas y obras«. El mensaje de «esperanza» de LeonorEsta era la primera edición en la que la Princesa de Asturias presidía la ceremonia junto al Rey, después de haber alcanzado la mayoría de edad y de haber jurado la Constitución ante las Cortes Generales como Heredera de la Corona. Por eso Don Felipe, para reconocer el paso al frente de su primogénita como futura Reina de España, anunció que a partir de esta edición será ella quien tendrá la «responsabilidad de elogiar a los galardonados» en las próximas entregas de estos premios. La Princesa Leonor se tomó muy en serio el nuevo cometido encargado por su padre. En su sexto discurso en estos premios, afirmó que a lo largo de esta década que lleva asistiendo a esta ceremonia se ha sentido «muy cerca» de los valores que impulsa la Fundación Princesa de Asturias a través de sus premiados, que ofrecen a través de sus obras «la emoción contraria al escepticismo o el desánimo: la emoción de la esperanza». Y, por primera vez en sus discursos, la Princesa se dirigió a todos los que la escuchaban en el Campoamor y a través de los medios de comunicación sin hacer distinciones por edades, con la convicción de que ella -que representa a su generación- está autorizada a hablar: «La esperanza es el sentimiento que nos muestra que las cosas pueden mejorar, que siempre hay una grieta por donde entra la luz». Se pudo ver a un emocionado Joan Manuel Serrat al escuchar a la Princesa Leonor pronunciar en perfecto catalán versos de cuatro de sus canciones. Galardonado con el Premio Princesa de Asturias de las Artes, Serrat celebró el premio cantando de nuevo, después de anunciar su retirada en 2022. Interpretó ‘Aquellas pequeñas cosas’ y puso a todo el Campoamor en pie. La poetisa, ensayista y política rumana Ana Blandiana (premio de las Letras) destacó que Miguel de Unamuno , a quien descubrió en su adolescencia, ha marcado su formación «intelectual y espiritual», lo que la vincula «para siempre» a España . Se preguntó de nuevo si la poesía puede salvar al mundo y concluyó que «los robots nunca comprenderán el sufrimiento y la obstinación por expresar lo inexpresable». El académico y ensayista canadiense Michael Ignatieff (premio de Ciencias Sociales) se preguntó si su trayectoria era suficiente para recibir el galardón y, para ello, hizo una distinción entre él y el resto de premiados al explicar que unos son zorros y otros erizos . «El zorro sabe muchas cosas, el erizo sabe una única cosa importante. Yo soy un zorro feliz», afirmó, para sacar una sonrisa entre el público. Bromas a parte, recordó que «el trabajo creativo es como escalar en la oscuridad» . La historietista, directora de cine y pintora de origen iraní Marjane Satrapi (premio Comunicación y Humanidades) quien estuvo a punto de no asistir a la ceremonia por motivos personales, se llevó una gran ovación al subir al escenario. Galardonada por ser «una voz esencial para la defensa de los derechos humanos y la libertad», Satrapi apuntó que «el verdadero éxito radica ante todo en el humanismo». El Rey agradeció a Serrat «el regalo»Los otros galardonados de las cuatro categorías restantes fueron Carolina Marín (Deportes), por su extraordinario palmarés en bádminton y ser n referente internacional en esta disciplina; la Organización de Estados Iberoamericanos (Cooperación Internacional), por fomentar la educación, la cultura, la ciencia, la lengua y los derechos humanos; Daniel J. Drucker, Jeffrey M. Friedman, Joel F. Habener, Jens Juul Holst y Svetlana Mojsov (Investigación Científica y Técnica), por establecer las bases endocrinas de a diabetes y la obesidad, patologías que se han convertido en un problema global de salud pública; y la agencia Magnum Photos (Concordia), por su labor de fotoperiodismo durante casi ocho décadas.La gran ovación a Doña Sofía al inicio de la ceremonia; el discurso de la presidenta de la Fundación de los premios, Ana Isabel Fernández , quien resaltó la importancia de la generación que encabeza la Princesa Leonor; la emoción del Rey al ceder la laudatio de los premios a su hija Leonor y su agradecimiento a Serrat «por el regalo»; o los fotoperiodistas de Magnum, que recibieron su galardón portando sus cámaras y haciendo fotografías; fueron algunas de las anécdotas de la entrega de premios.La entrega de premios concluyó con su clausura por parte del Rey, quien convocó la edición del año siguiente. Tras un emocionante aplauso, no faltaron las gaitas, el cimiento emocional de la ceremonia, que despidieron el acto con el Himno de Asturias.