Human Rights Watch afirma que Hamás cometió crímenes de guerra
Un informe publicado por la ONG Human Rights Watch (HRW) ha determinado que la organización islamista Hamás cometió «numerosos crímenes de guerra y contra la humanidad» en los ataques en Israel del 7 de octubre. Durante el asalto contra territorio israelí, casi 1.200 personas murieron y 251 fueron tomadas como rehenes. Del total de personas asesinadas, 815 personas eran civiles, y 116 de los secuestrados continúan cautivos en Gaza.
«La investigación de Human Rights Watch concluyó que el asalto estaba diseñado para matar civiles y tomar a tantas personas como fuera posible como rehenes», ha indicado la directora de crisis y conflicto del grupo, Ida Sawyer, en dicho documento. Por su parte, Hamás ha condenado el informe al señalar que está lleno de «mentiras» y es afín a «la narrativa israelí».
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Transcripción completa
Aquellos atentados con 1200
muertos,
han traumatizado a la sociedad
israelí,
incapaz de recuperar
la tranquilidad.
La mayoría pide aniquilar a Hamás.
Es el caso de Shimon.
Su hija y su yerno fueron
acribillados en esta casa,
hoy convertida en una especie
de museo
Vivimos con un vacío enorme.
Reconoce que aquel 7 de octubre
falló estrepitosamente la seguridad.
Y exige al gobierno que priorice
la liberación de los rehenes.
Y desde aquel fatídico 7 de octubre
estamos asistiendo a la guerra
más larga y destructiva de todas
en las que se han enfrentado
el ejército israelí
y las milicias palestinas.
No hay rincón de la Franja
que Israel no haya bombardeado.
Sigue sin derrotar a Hamás.
Mientras, los muertos gazatíes
superan ya los 38 000.
Convirtiendo a Gaza
en un gran cementerio de niños,
según el secretario general
de la ONU.
Los que sobreviven han huido
de un lado para otro,
una y otra vez.
Sometidos también al hambre
porque Israel ha restringido
la entrada de ayuda humanitaria
lo que ha provocado una crisis
sin precedentes.
Nueve meses en los que han crecido
las protestas
contra el gobierno israelí,
fuera y dentro del país.
Pero ni la investigación
por genocidio,
ni las presiones internacionales
frenan a Netanyahu
que sigue aferrado al poder,
pese a todo,
y aunque el conflicto
se extienda, a Cisjordania.
Y llegue al borde del abismo
con Irán y con Hizbulá
en la frontera con Líbano.
HRW concluye así que el grupo cometió varios crímenes de lesa humanidad al tener por objetivo a ciudadanos con acciones que implicaron el asesinato deliberado, tratos crueles e inhumanos, violencia sexual, mutilación y saqueo de cadáveres, entre otros.
Estas actuaciones no fueron «una ocurrencia tardía, un plan malogrado o actos aislados», ha afirmado la organización, que ha estudiado para elaborar el informe los testimonios de víctimas, familiares, equipos de asistencia y expertos médicos, así como más de 280 fotografías y vídeos del asalto.
Pese a ello, HRW ha admitido que requiere de una mayor investigación para probar otros crímenes, como la persecución de grupos identificables por motivos raciales, étnicos o religiosos o la comisión de violaciones u otros actos de violencia sexual.
El principio básico del derecho humanitario es que todas las partes en un conflicto deben distinguir en todo momento entre combatientes y civiles, «que nunca deben ser el objetivo de un ataque«, ha recordado HRW.
Hamás rechaza informe y asegura que difunde «mentiras» a favor de Israel
Hamás ha rechazado el informe de Human Rights Watch, que tacha de «mentiras y descarado sesgo hacia la ocupación y la falta de profesionalismo y credibilidad». «Exigimos su retirada y una disculpa«, ha reiterado en un comunicado.
Según el grupo islamista, que controla de facto la Franja de Gaza, la organización con sede en Nueva York «adoptó toda la narrativa falsa israelí». El informe «comienza hablando de manera dramática y conmovedora sobre un israelí que sufrió quemaduras en los acontecimientos del 7 de octubre, y concluyó hablando de una mujer que resultó psicológicamente afectada», pero «no aborda las matanzas, la destrucción, el hambre y el tormento que sufrió el pueblo de Gaza».
Sin embargo, HRW ha señalado que «las autoridades de Hamás respondieron a las preguntas asegurando que ordenaron a sus fuerzas no atacar a civiles y no desviarse de los derechos humanos y el derecho humanitario», si bien la ONG asegura «haber encontrado pruebas de lo contrario».
Pese a las acusaciones en su contra, Hamás también reprocha a la organización «considerar el 7 de octubre como el comienzo de la historia», minimizando las «guerras, matanzas, torturas y asedios» por parte de Israel contra los territorios palestinos y sus habitantes desde la creación del Estado judío en 1948. De hecho, el mismo día en que ocurrieron los ataques, el Ejército israelí reconoció que en sus combates contra combatientes de Hamás mató a más de 10 israelíes del kibutz (comunidad agraria) de Be’eri.
Hamás ha afirmado su compromiso con «un sistema de valores y principios» derivados de su religión, y se ha mostrado dispuesto a «revisar cualquier comportamiento incorrecto —si lo hay— y responsabilizar» a sus autores.
Crímenes contra la humanidad por parte de Israel
Por otro lado, HRW ha destacado por parte de Israel la comisión de crímenes contra la humanidad al llevar a cabo un castigo colectivo contra la población gazatí tras los ataques, definido por el corte de los servicios esenciales y la limitación de la entrada de ayuda humanitaria a la Franja. Desde el 7 de octubre hasta los últimos días, han muerto más de 38.700 palestinos por la ofensiva militar.
Este castigo «agrava el impacto de los más de 17 años de cierre ilegal de Gaza por parte de Israel», país al que ha acusado además de cometer «crímenes de apartheid y persecución contra los palestinos».
«Deben tomar medidas disciplinarias contra los miembros responsables de crímenes de guerra y entregar para su procesamiento a cualquiera que se enfrente a una orden de detención de la Corte Penal Internacional», ha aseverado la ONG.
El pasado 20 de mayo, el fiscal jefe de la CPI solicitó órdenes de arresto tanto para el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu; como su ministro de Defensa, Yoav Gallant, y los líderes de Hamás, Yahya Sinwar, Ismail Haniyeh y Mohamed Deif. Todos ellos están acusados de cometer crímenes de guerra.