La Noche Temática. «Consumo desmedido»
FICHA TÉCNICA
«Preparando la Navidad»
2006 – Estados Unidos -50′
Dirección: Ian Wee
Producción: National Geopgraphic International
Clasificación: Todos los públicos
«Qué compraría Jesucristo»
2007 – Estados Unidos – 56′
Dirección: Rob VanAlkemada
Producción: Changelujah Cinetic
Clasifiación: Todos los públicos
«¿Comercio justo a cualquier precio?
2009 – Francia – 52′
Dirección: Hubert Dubois
Producción: Cineteve
Clasifiación: Todos los públicos
La Navidad, una de las fiestas más celebradas, supone un gran negocio para fabricantes de todo el mundo. Las sociedades desarrolladas han establecido un sistema de consumo en el que se incentiva la abundancia. Contra este consumismo han surgido movimientos que predican la no adicción a las compras.
Por su parte, el Comercio Justo parece ofrecer una alternativa comercial equitativa entre productor y consumidor. Pero, una vez instalados sus productos en los pasillos de las grandes superficies, ya hay quien se pregunta: ¿realmente beneficia esta fórmula al productor?
La Noche Temática aborda el consumo desmedido en la sociedad actual a través de tres documentales.
Preparando la Navidad
La Navidad supone un gran negocio. Viajamos a varias partes del mundo para ver lo que realmente hace que esta fiesta mundial sea especial para miles de millones de personas.
Desde las fábricas de juguetes en China a las granjas de pavos en Malasia, la preparación para la Navidad es un gran esfuerzo y reporta grandes beneficios económicos.
En Singapur millones de personas colapsan sus costas y sus tiendas. Si se alinearan todos los centro comerciales y las tiendas que hay en el barrio mercantil, se obtendría una distancia tres veces mayor a la londinense Oxford Street. Todos los años en Navidad, los isleños se unen para una gran fiesta. Las calles brillan con 140 kilómetros de luces. Puede que sea el lugar del mundo donde se celebra por más tiempo la Navidad.
Los juguetes son otro reclamo importante de estas fiestas. La fábrica de juguetes ha dejado de estar en el Polo Norte y se ha trasladado al sur de China, donde Papá Noel ha montado sus talleres, unos 20.000. Los juguetes Made in China se venden en todo el mundo.
Son también todo un negocio para Andy. Todos los años, cuando se acerca la festividad, intenta crear un juguete navideño, aquel que todos quieran tener. Ha vendido más de dos millones de juguetes por todo el mundo.
Qué compraría Jesucristo
Documental al estilo de una comedia, sobre la comercialización de la Navidad, en el que conocemos la figura de Bill Talen.
El conocido como reverendo Billy, que para imitar a los predicadores se compró un alzacuellos y se blanqueó el pelo, ha creado la iglesia «Basta de compras» para hacer una cruzada contra el consumismo en Estados Unidos.
El reverendo y su coro viajan por los centros comerciales del país y allí cantan y lanzan su mensaje hasta que son expulsados por la policía.
Hoy en día los estadounidenses dedican menos de una hora a la semana a asuntos religiosos o espirituales y más de cinco a ir de compras.
A la mayoría de los consumidores, la Navidad les produce más temor que entusiasmo. Sin embargo, este año los estadounidenses gastarán medio billón de dólares, y generarán cinco millones de toneladas de residuos añadidos.
¿Comercio justo a cualquier precio?
El comercio justo o solidario surgió en 1980. Durante mucho tiempo permaneció confinado en las tiendas asociativas y en las ventas caritativas. El acto de compra era militante, manifestaba la expresión de la solidaridad entre los consumidores del norte y los pequeños productores del Sur.
En estas tiendas podían encontrarse objetos de artesanía procedentes de los Andes, del Mekong o de África. Y también algunos productos alimentarios, pero no se podía hacer la compra completa para la cena.
En 1998 algunas asociaciones del movimiento anti-globalización lanzaron una campaña. Mandaron miles de tarjetas postales a los dueños de la gran distribución. La idea era forzar las puertas de los templos del consumo moderno. Monoprix y Auchan fueron los primeros que respondieron favorablemente y los primeros en tener los productos. Les siguieron otros grupos como Leclerc, Carrefour e Intermarché.
Los productos ‘justos’ se fueron instalando en los pasillos de las grandes superficies, y ahora no sólo los vemos en algún estante, sino que hay secciones enteras dedicadas a ellos. Los consumidores pagan un poco más caro para que el pequeño productor gane un poco más.
La pregunta es: ¿Cuál es la contribución financiera del gran distribuidor? ¿Realmente la venta de estos productos beneficia a los agricultores pobres para quienes se supone que van los beneficios obtenidos?