¿quién es capaz de elaborar los platos más creativos?
Los debates que ha generado la irrupción de la inteligencia artificial (IA) en la cotidianeidad de las cosas no ha dejado fuera al ámbito de la creatividad. Una de las herramientas que la cocina, y en concreto aquella de la que hace gala la definida como alta gastronomía, considera imprescindible en su evolución. En el mundillo, la máxima de Jacques Maximin –«Creatividad es no copiar»–, adoptada por Ferran Adrià y convertida en un mantra de elBulli, marcó la última gran revolución culinaria de la historia desde ese restaurante de cala Montjoi (Rosas, Gerona).
Ahora que el sector empieza a coquetear con la controvertida IA, una de las preguntas que está sobre la mesa es si este ente tecnológico infinito es capaz de ser creativo. Es decir, siguiendo esa máxima, si tiene la capacidad para crear algo nuevo, con sentido gastronómico, que pueda hacer temblar las habilidades humanas o superarlas. Tras varios acercamientos al asunto en congresos como Madrid Fusión o Terrae –en todos ellos de la mano de físico vasco Eneko Axpe–, el escenario de San Sebastián Gastronomika acogerá en las próximas 24 horas un reto inédito en España. La competición entre un consagrado cocinero, Ricard Camarena –dos estrellas Michelin en su restaurante homónimo de Valencia– y la máquina, guiada por el científico –profesor en Harvard y colaborador de la NASA desde hace años–.
«¿Podrá la IA igualar o incluso superar la genialidad creativa de un chef ya consagrado y muy valorado? Esta propuesta pretende abrir un diálogo sobre el futuro de la cocina y la colaboración entre humanos y máquinas en ámbitos creativos, planteando preguntas fascinantes sobre el papel de la inteligencia artificial en campos tradicionalmente dominados por el instinto humano», aseguran sus organizadores.
El público de San Sebastián Gastronómika, presente en el auditorio del Kursaal, eligió sobre una lista de ingredientes los cinco elementos para su primer plato: patatas, castañas, ostras, higo y bonito, para el entrante. «No es obligatorio usar todos», explicó Benjamín Lana, director general de Vocento Gastronomía.
Para el segundo, un producto obligatorio: la merluza. El público eligió las técnicas de cocina: curada en sal y/o asada. Camarena y el equipo liderado por Eneko Atxa decidieron elegir cinco ingredientes aleatorios sobre una lista que podrían ser o no usados y que decidirá Chat GPT. El postre será un ‘carrot cake‘ –tarta de zanahoria–.
El menú de la IA frente al de un dos estrellas Michelin
La base del experimento será crear un menú: primero, segundo y postre. Ambos dispondrán de las mismas reglas y los mismos ingredientes principales y directrices. La diferencia radicará en que el chef aplicará solo su experiencia, el conocimiento adquirido tras décadas de trabajo y su capacidad creativa humana. Por su parte, los platos de la IA serán ejecutados por Daniel Barrionuevo, chef y investigador de la Fundación Alicia y Laia Badal, científica y investigadora de esta organización, quienes seguirán paso a paso las pautas e instrucciones generadas por la máquina bajo la batuta de Eneko Axpe.
Tanto el equipo que seguirá las pautas de la IA como Ricard Camarena tendrán 24 horas para trabajar en el proceso creativo de sus elaboraciones, que ejecutarán en directo sobre el escenario del Kursaal en la sesión del martes. Tras ello, el resultado del reto será juzgado por un jurado de expertos gastrónomos quienes podrán degustar ambas propuestas y votar por su menú favorito.