Ramón Tamames: «Feijóo bien, me parece una persona razonable»
Protagonista intermitente de las últimas siete décadas de nuestra Historia, Ramón Tamames (Madrid, 1933) lleva un mes y medio en las portadas de los periódicos. El hombre que hace 62 años publicó ‘Historia Económica de España’, su obra académica más importante, atiende a ABC en el salón de su domicilio, el mismo que siempre ha estado abierto a los nombres propios de nuestra vida política, económica y social. Sin el bastón que otras veces le acompaña y con una taza de café, el profesor Tamames saluda alegre y se dispone a conceder la que será su última entrevista antes de liderar una moción de censura al presidente del Gobierno . Es consciente de la magnitud de un reto que, una vez más en su larguísima trayectoria, le situará en el centro del debate público. Un desafío que asume con «honor». -Don Ramón. Lo primero de todo. ¿Cómo está? -Pues estoy bastante bien y, sobre todo, duermo estupendamente. Me encuentro muy consolidado de amistades. Todos los días tengo un taco de correspondencia por correo electrónico y eso pesa y ayuda. Noticia Relacionada entrevista estandar Si Sánchez Dragó: «Filtrar el discurso de Tamames es un jarro de agua fría que da armas al Gobierno» Jorge Navas El escritor fue el que propuso a Abascal el nombre de su amigo, al que define como «un miura imprevisible», para liderar la segunda moción de censura de Vox contra Pedro Sánchez -El último episodio ha sido la filtración de su discurso. -Es una versión del mes de febrero ya pasada. Ha habido muchos cambios en el discurso y una mejora literaria también, creo. Aquello de no «hay mal que por bien no venga». En la conferencia de prensa yo conté más de cien periodistas, una nube de cámaras de televisión y fotografía. Fantástico. Sin la filtración no habría habido ni la mitad. -¿Cuándo fue la última vez que tuvo usted tantos periodistas delante? -Cuando la legalización del PCE no tantas, no tantos, porque no había tanta prensa en España. Pero aquella también fue buena, sí. Pero esta era algo extraordinario y no he visto nunca nada semejante. La filtración de su discurso «El primer momento fue de punzada mental, pero luego recapacité: todavía tienen que aprender mucho» -¿Cómo le ha afectado la filtración? -El primer momento fue de punzada, punzada mental , pero enseguida recapacité. Y luego cuando vi que era una versión muy anticuada, pues ya dije: «todavía tienen que aprender mucho». -Treinta y pico folios que ahora van a ser más. -No, yo creo que va a quedarse en eso más o menos. Hay que tener en cuenta que no se puede ser demasiado largo. Expectación de la prensa «Cuando la legalización del PCE no había tantos periodistas» -¿A cuántas personas había enviado usted ese documento? -Pues no lo sé, pero deje que investiguen otros si quieren. No vamos a investigarlo aquí y ahora. -¿Descarta que haya sido una filtración desde Vox? ¿Tenían el discurso? -Mire, prefiero no indagar porque tengo la cabeza en otras cosas. Un Gobierno «antifranquista» «No es un problema sólo de Franco. En la Historia hay que ser muy serios. No se puede hacer Historia desde el Boletín Oficial del Estado» -El problema de la filtración es que el rival sabe por dónde va a ir usted. -Sí, pero ya le digo que hay muchas cosas nuevas. Y, además, de la forma en que se explican las cosas depende mucho todo lo demás. No me preocupa demasiado. Es bastante lógico que salga lo que sale, cualquier perspicaz previsor tendría la lista de temas. -Un debate no es solo su discurso inicial. ¿Cómo se plantea usted las réplicas? -Pues mire, esperaremos, paciencia. Escucharemos a quienes hablen y entonces se decidirá. Hacer conjeturas y cábalas me parece un ejercicio un poco ocioso. Pedro Sánchez «Si no me responde será una falta de educación» -Usted hace muchas referencias a Yolanda Díaz, sin citarla. -Yo creo que los nombres han tendido a ir diluyéndose y queda el presidente casi exclusivo. -¿Tiene ganas usted de confrontar con Díaz? No, ninguna en especial. A mí me parece una mujer que trabaja y que se ocupa de sus cosas. Se hace mucho autoimpulso, es indudable. Ella piensa que puede ser una gran lideresa . Tal vez lo vaya a ser, no lo sé. -Ella es militante del PCE, del que usted fue destacado dirigente. -Sí, yo le recordaría que el PCE tiene un poco el compromiso de mantener la Monarquía parlamentaria, mantener la figura del Rey y mantener la bandera. Son tres compromisos que asumimos en 1977, el Sábado Santo Rojo. Tuvimos un notario, ¿se acuerda? Bardavío. Yolanda Díaz «En 1977, en el PCE asumimos tres compromisos: la monarquía parlamentaria, el Rey y la bandera» -El cronista de la Transición, magnífico. Usted va a confrontar con un Gobierno que ha enarbolado recurrentemente la bandera del antifranquismo. ¿Qué quiere decirles a quienes son antifranquistas 40 años después de la muerte de Franco? -Mire, no es un problema sólo de Franco. Hay gente que tiende a tergiversar la Historia de una manera tremenda. En la Historia hay que ser muy serios. No se puede hacer Historia desde el Boletín Oficial del Estado. Hay que hacerla desde, como poco, la Real Academia de la Historia para arriba. Y eso no lo han hecho. Es que parece como si hubiera ganado la guerra la República. Están las estatuas de Largo Caballero, uno de los incendiarios de toda la Guerra Civil española, por ejemplo. Y yo creo que eso es injusto. Se ha hecho una labor muy negativa y me quedo ahí. Partido Socialista «El PSOE asumió en la Transición un compromiso con la monarquía parlamentaria. Sin un Rey España sería más difícil de mantener» -Durante la moción de censura, que son 48 horas de mucha intensidad, ¿quién va a ser su apoyo? -Voy a estar en uno de los puestos del grupo de Vox. Tendré un hueco vacío al lado para tener papeles, etcétera, y creo que al otro lado estará precisamente Santiago Abascal. Incluso alguna vez le pediré ayuda técnica. -¿Qué le dijo Santiago Abascal cuando se conoció la filtración? No hemos hablado de la filtración para nada. Se le ha dado una importancia muy grande por algunos y nula por otros. Pero la filtración no se habló para nada. Es curioso. -¿Cómo interpretaría que el presidente no le respondiera a usted? Como una falta de educación. -¿Ha hablado con él? -No, y le propuse incluso ir a comer o a cenar y me contestó con cierta, digamos, exactitud y rigor, que no era procedente, porque no íbamos a contarnos los contenidos de nuestra estrategia, por así decirlo. Ha dicho que lo agradece, pero que no le parece conveniente. Y tiene razón. -Esta moción de censura puede acabar con la foto de un saludo suyo con el presidente del Gobierno. -No lo sé. La gente educada debe estar educada siempre. «El primer momento fue de punzada mental, pero luego recapacité:todavía tienen que aprender mucho» -¿Le invitará a comer a su casa? -Ya no creo que tengamos que comer o cenar, salvo que nos hagamos amigos en el futuro, cosa que no parece tan fácil. -Pero usted sabe, don Ramón, que quien no ha estado en esta casa al menos una vez, no pinta nada en la política. -Ni en la Historia de España (risas). -No, la Historia no, pero en la política y en la vida social, sí. -Perdone que me ponga la medalla ahora por la casa, pero no cabe duda de que por aquí han pasado muchos. Aquí presenté un día a Velarde y Carrillo. Han estado todos. Suárez ha estado varias veces. Mucha gente. Albert Rivera estuvo con unos académicos y estuvo Feijóo hace poco también. «Cuando la legalización del PCE no había tantos periodistas» -¿Qué le parece el señor Feijóo? -Bien. A mí me pareció una persona razonable. Le conocía poco. Bien, bien. Lo que pasa es que él ya dijo desde el principio que la moción de censura la ve extemporánea. Yo lo respeto. -Él cree que la moción de censura es el 28-M. -Bueno, pues muy bien. Puede creerlo. -Es posible que el presidente del Gobierno el año que viene sea el señor Feijóo. ¿A usted le da confianza? -Hombre, si le vota el pueblo español, desde luego que le doy toda confianza. Es un presidente legítimo. Eso es un problema de democracia principal, ¿no? Naturalmente que sí. Otra cosa es que llegue, que llegue tiene sus dificultades, como cualquier aspiración de gobierno. -Supongo que usted le recomendará que lea su discurso de la moción de censura. -Son cosas y temas que yo considero importantes. España es un país donde con una política inteligente se podrían hacer cantidad de cosas que no se hacen porque hay mucha tensión dentro de un Gobierno de coalición. Como decía Rubalcaba, el Gobierno Frankenstein, o como dice el propio Alfonso Guerra, este no es mi Partido Socialista, es otra cosa. «No es un problema sólo de Franco. En la Historia hay que ser muy serios. No se puede hacer Historia desde el Boletín Oficial del Estado» -¿Le preocupa la evolución que ha adoptado el Partido Socialista con Sánchez? -El Partido Socialista tiene un compromiso en la Transición de haber asumido la Constitución española con la monarquía parlamentaria, y eso es muy importante. ¿Y por qué tanta monarquía parlamentaria? Porque sin la figura de un Rey, España sería más difícil de mantener. -Volviendo a la moción de censura, don Ramón, entiendo que para usted será un momento emocionante. -Más que emocionante, de la construcción de la historia personal de uno. Eso sí, emocionante no lo sé. Me parece que estaba en el guión de la película. -¿Le apetece confrontar con ERC, con Bildu, partidos que han dicho que esto es un esperpento? -Podrán pensar lo que quieran, si es un esperpento este reto o no. Pero mi libro de «Estructura económica», que es un poco mi caparazón cerebral en los términos de conocimiento de España, tiene 62 años de vida, 26 ediciones y 3 millones de lectores. No es un esperpento, los esperpentos no se leen tanto. -Bueno, hay uno que sí, el de Valle-Inclán. -Pues no se crea, porque se dice que se ha leído, pero no se ha leído tanto. -Usted sigue leyendo mucho, por los libros que veo. -Sí, todavía leo mucho. Pero si ve la ventana del despacho parece que se va tapando poco a poco. Pero es que la lectura de cosas interesantes no tiene nada parecido, ¿verdad? -Sin duda. Si usted fuera elegido presidente, ¿cuál sería la primera medida que adoptaría? -No aceptando la mayor, no hay que responder a la menor. -Si a usted le preguntara el próximo presidente del Gobierno cuál es la primera medida que debe adoptar, ¿cuál le diría? -Prometer ser transparente y no faltar a la verdad. -¿Tiene usted la preparación física suficiente para aguantar 48 horas? ¿Se siente en forma? -Yo creo que sí. -Por último, don Ramón, su casa es, aparte de un centro de encuentro social, casi un museo. ¿Qué le regalaría a Pedro Sánchez? -Ya se lo regalé. La «Estructura económica de España», 26 edición, dedicada a él y a su señora. -Por cierto, ¿su discurso se editará en formato libro? -Pues no lo sé. No lo sé. De momento no sé nada. -A lo mejor podría encargarle a Fernando Sánchez Dragó que le haga el prólogo. La idea fue suya. -Eso es buena idea. Es buena idea. Él tiene la culpa de todo (risas). Yo le llamo el gran embarcador. -Ustedes son amigos desde… -Desde el año 56. Sí, él tenía 17 años, yo tenía 20. Su novia fue a verle con un ramo de almendros, de flores de almendra. Me acuerdo muy bien. Y luego además ganó el premio de poesía que hicimos en la cárcel, que el jurado único fue Dionisio Ridruejo, autor de muchos poemas importantes. Los «Sonetos a la piedra», por ejemplo. Es un puro Garcilaso. -¿Cómo ha cambiado España de entonces a hoy? -Bueno, es otro país, claro. No sé si mejor.