«Somos los propios taxistas quienes evitamos los atracos»

«Somos los propios taxistas quienes evitamos los atracos»





Ginés lleva siempre consigo unos cien euros en efectivo «por lo que pueda pasar». Es su pequeño kit de supervivencia. Sabe que, en el sector, nadie está exento de atraco . En estos dos años que lleva trabajando como taxista –sin hacer noches, porque más vale prevenir que curar–, «a Dios gracias», no se ha visto obligado a deshacerse de esos billetes sacados de la guantera. Pero conoce a compañeros de profesión que sí han tenido algún que otro sobresalto. «Para muestra, un botón», expresa, apenado, al mencionar a Isidro, el taxista de 62 años asesinado en la localidad de Alcalá de Henares hace apenas un par de semanas.A Isidro, unos 30 o 40 euros le costaron la vida. Un menor de 16 años le asestó varias puñaladas a última hora de la tarde del pasado 15 de octubre. No estaba de acuerdo con el precio de la carrera. La cámara de seguridad instalada en el interior del vehículo grabó toda la escena. El asesinato de Isidro ha ocurrido cinco años después del crimen de José Luis Espada , taxista de 59 años que murió tras recibir diez puñaladas en el barrio de Antezana, también en el municipio de Alcalá. Noticia Relacionada estandar No Los peritos aclararán si el menor asesino de Isidro, el taxista de Alcalá, sufre algún trastorno Carlos Hidalgo Las imágenes de la cámara del coche recogen cómo el menor, de 16 años, le asestó las puñaladas al llegar a su último destino después de que quienes le tenían que pagar el viaje lo dejaran tirado«Se tratan de crímenes hacia personas completamente indefensas. Delincuentes poco inteligentes que atracan a trabajadores que apenas llevan dinero en efectivo , nada más que el imprescindible para el cambio. El 90 por ciento de los cobros se realizan con tarjeta. Sobre todo en la Comunidad de Madrid, que obliga, desde diciembre de 2016, a que todos los vehículos autotaxi dispongan de lector del pago con tarjeta», expresa a este diario Alberto Andrés de la Fuente , presidente de la Asociación Gremial de Auto Taxi de Madrid. Como se ha mencionado anteriormente, el vehículo de Isidro llevaba instalada una cámara de vigilancia, que facilitó dar con su asesino. Pero no todos los taxistas cuentan con este tipo de garantías. «Las medidas de seguridad son nulas. No existen», afirma Concha , quien lleva 24 años en el negocio. Se encuentra estacionada en Avenida de América. David, frente a su taxi estacionado en Avenida de América isabel permuyCuenta a este periódico que cuando asesinaron a su compañero Aníbal , argentino de 45 años, en 2007, en el distrito de Hortaleza, «por tan sólo 50 euros», el Ayuntamiento de Madrid prometió al sector medidas de seguridad. Pero «lo único que recibieron del consistorio las asociaciones representativas fue un mapa donde nos marcaban los puntos conflictivos, para evitar aparecer por allí. Estas zonas eran Valdemingómez, La Celsa, Las Barranquillas, la calle de San Jaime, en Vallecas…». «Nos garantizaron, incluso, clases de autodefensa en Colmenar. Tampoco se llegaron a realizar», apunta.«Existe una amplia oferta de posibilidades y de dispositivos que se podrían instalar en los taxis: micrófonos, cámaras de seguridad, botón con activación de alarma inmediata, mamparas… El taxista, dependiendo del tipo de vehículo que posea, podría acogerse a unas u otras», indica de la Fuente. «¿Dónde está la dificultad? En los costes, bastante elevados . El taxista es un trabajador con una economía humilde. Muchos no tienen los recursos económicos suficientes para hacer frente al aparataje que considera oportuno. El mantenimiento de estos, así como el pago de la central receptora de alarmas, es costoso», prosigue.Gran inversión económicaEl vehículo de Ginés, por ejemplo, está dotado de micrófono y cámara de seguridad. Pero el de su hijo, también taxista, no. «¿Por qué? Porque es cierto que requiere una gran inversión económica», dice. El presidente de Gremial apunta que las administraciones públicas son las encargadas de velar por la seguridad de todos los ciudadanos y, en este caso, de los taxistas. Por ello, desde la asociación solicitan que todo dispositivo de seguridad que el trabajador crea oportuno instalar en su vehículo debe ser costeado por la administración correspondiente. «El propio taxista sabe qué es lo que a él lo protegería. No se trata de obligarle a colocar una mampara, sino de que cada uno elija el sistema que corresponde a su forma de trabajar. No es lo mismo una persona que se dedica exclusivamente a un determinado cliente de alto ‘standing’ a una que trabaja por zonas de exclusión social», señala.«Todo dispositivo que el trabajador crea oportuno instalar debe ser costeado por la administración pública correspondiente»Concha explica que son los mismos trabajadores quienes se han organizado por cuenta propia, a través de canales de comunicación, para protegerse entre ellos. «De esta manera, algún que otro atraco hemos evitado. Tenemos nuestros códigos para indicar que tenemos problemas o que, simplemente, no nos fiamos de quien llevamos atrás», detalla. Mientras, muestra la aplicación en su teléfono móvil. Y expresa que, como mujer, se siente igual de amenazada que un hombre. En la madrugada del 21 de noviembre de 1994, Federico García y Felipe García , ambos taxistas, fueron asesinados, con apenas una hora de diferencia, en pleno centro de Madrid. Aquella noche, el colectivo, conmocionado, se detuvo durante doce horas, de medianoche a mediodía. Cuatro años después, en marzo de 1998, en un intento de atraco, Amador Suárez fue apuñalado en su taxi. Y en 1999, Rafael Martínez perdió la vida por un impacto de bala. madrid_dia_0703A raíz de estos crímenes, Alcalá de Henares desarrolló en el año 2000 un sistema de seguridad que supuso una revolución para el taxi en la Comunidad de Madrid y en España: IdGalileo . Se lanzó como respuesta a la necesidad de los taxistas de contar con mayor seguridad en sus vehículos. El proyecto, que contaba con auxilio y localización del vehículo con conexión al 112 en caso de emergencia, incorporaba la geolocalización de taxi por GPRS. Tecnología que, con el devenir, quedó obsoleta. «Aquel sistema comenzó a desaparecer en 2005. Desde entonces Madrid no ha planteado otras alternativas», indica Jesús Fernández, vicepresidente de la Federación Profesional del Taxi. Fernández expresa que el barrio no es indicativo de mayor o menor peligrosidad: «El susto más grande que he tenido yo fue hace diez años, en la Castellana, cuando dos drogadictos me sacaron una navaja».Desde 2006, por normativa, es obligatorio el uso de airbags laterales en todos los vehículos nuevos. Esta ley provocó la desaparición de las mamparas de seguridad en los taxis por su incompatibilidad con los airbags. «Sólo los vehículos policiales y de emergencia pueden desactivarlos», explica Fernández. «Desde la federación pedimos que los taxistas tengan también la opción de desactivarlos, que entren dentro de la excepción de la normativa».Una tarea pendienteEl dato más reciente sobre el número de taxis que existen en la ciudad de Madrid es de 15.974. Esto supone alrededor del 23 por ciento de toda la flota de taxis dentro de España. No existen datos oficiales acerca del número de agresiones cometidas a taxistas a nivel nacional. Tampoco cifras que maneje la Comunidad de Madrid. «Se trata de una tarea pendiente a partir de ahora», expresa Fernández.Existen opiniones diversas sobre si Madrid es o no ciudad segura para los taxistas. «Al final la percepción es subjetiva», apunta Fernández. «Desde luego que no», niega tajante David, frente a su vehículo, estacionado también en Avenida de América. Su compañero, sin embargo, opina que sí. O, al menos, más que otras ciudades. De la Fuente expresa que «no hay nada seguro». Y Concha, aunque afirma que la ciudad, como tal, sí es segura, «es cierto que somos un colectivo bastante desprotegido ». En eso coinciden todos. «No estamos pidiendo ninguna locura. Sólo emplear todos los recursos posibles y necesarios para sentirnos seguros».

Fuente: www.abc.es