El segundo debate presidencial en México se limita al insulto
El segundo debate presidencial de las elecciones en México se ha visto empañado por los innumerables insultos y reproches entre las dos candidatas principales, la exalcaldesa de Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, de la coalición Sigamos Haciendo Historia, y la exsenadora Xóchitl Gálvez del frente Fuerza y Corazón por México. El otro candidato, Jorge Álvarez Máynez, de Movimiento Ciudadano, se ha mostrado precavido y ha dirigido todos sus reproches a la candidata del centroderecha.
Al igual que el primer debate, lleno de insultos, este ha transcurrido de la misma manera. Esta vez los temas a debatir eran los programas y proyectos económicos de cada uno de los candidatos. Las diferencias con el primer debate son mínimas: un Máynez mucho más calmado y con la mira solo hacia un lado, un acuerdo en mantener las políticas sociales de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y poco más. La relación entre el narcotráfico y la política ha estado muy presente durante toda la emisión.
La candidata Gálvez ha llamado varias veces a Sheinbaum «narcocandidata» y también al partido al que pertenece, el MORENA. Así, ha hecho referencia a las «extorsiones que sufren los agricultores de aguacate y limón bajo la amenaza del crimen organizado y la inacción estatal«. Durante sus intervenciones, Gálvez ha optado por reforzar sus reproches con recortes de noticias o publicaciones en redes sociales que tenían la intención de desacreditar a Sheinbaum.
Sheinbaum ha acusado Gálvez, al igual que en el primer debate, de ser ella la que pertenecía a un narcopartido, al recordar los gobiernos de Vicente Fox y Felipe Calderón. Ha defendido la gestión de AMLO y ha calificado de éxitos la bajada de la inflación, el control de la deuda externa, una inversión extranjera récord y un fortalecimiento del peso. Ante esto, Gálvez ha invitado a la candidata del MORENA a visitar un mercado y, según ella, ver la subida que han sufrido las tortillas, de 14 a 22 pesos (1,21 euros).
Las políticas sociales de AMLO, «intocables» según las candidatas
En el primer debate, Gálvez recriminó la «falta de mantenimiento» en la línea 12 del metro de Ciudad de México, donde un colapso del túnel acabó con la vida de 27 personas. Al ser recordado nuevamente el trágico accidente, la candidata obradorista ha respondido a Gálvez diciendo: «Es increíble el uso político de una tragedia», acusándola de oportunista. A pesar de las acusaciones y reproches de las dos candidatas, se lograron encontrar puntos en los que poder coincidir. Gálvez ha prometido que ninguna de las políticas sociales implementadas durante el gobierno de AMLO serían abolidas y ha prometido que eximirá de impuestos a las rentas inferiores a los 15.000 pesos (821 euros).
Sheinbaum dirige sus propuestas hacia un plano medioambiental, aunque sí ha prometido una subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI). Promete fomentar mecanismos de ahorro de agua para las ciudades para poder evitar la escasez en sequías y un plan de apuesta por la energía solar y la implementación de paneles solares en domicilios particulares y los medios de transporte en las ciudades más grandes de México.
Sheinbaum parte con una ventaja de más de 15 puntos (49%) sobre Gálvez (32%), que sigue aventajando al candidato Máynez que va a la cola en todas las encuestas (8%) en la carrera por suceder a López Obrador el 2 de junio.